Cómo elaborar tu propio insectario fácil y barato

   El año pasado, mi marido Rodrigo encontró un par de Mantis religiosa muertas y las trajo a casa. Estuvimos hablando sobre cómo conservarlas, porque eran muy bonitas, y de ahí surgió la idea de crear un insectario.

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   Un insectario es una colección de insectos, vivos o disecados, que se guardan para su exhibición o su estudio. En mi caso los insectos están muertos, la mayoría de los que tengo los hemos encontrado así, y los tengo expuestos en el laboratorio del instituto.

   Para elaborarlo, busqué información en internet sobre cómo conservarlos y miré en varias tiendas de fotos y cristalerías para encontrar marcos baratos y que sirviesen para lo que yo quería. Me llevó un tiempo dar con lo que necesitaba exactamente y en realidad, una vez sabes dónde buscar, está al alcance de todos. Así que os lo cuento, a ver si os aficionáis y elaboráis vuestro propio insectario.

   Para evitar que los insectos se descompongan y conseguir que se ablanden un poco los meto en una mezcla de alcohol y agua, siete partes de alcohol con tres de agua, durante una semana.

   Pasado este tiempo, los saco, los seco bien con un papel, y les clavo un alfiler en el centro del cuerpo con mucho cuidado para no romperlos. Después los clavo en un trozo de corcho. Una vez ahí, con ayuda de unas pinzas, estiro las patas, antenas y alas con cuidado e intento ponerlos en la posición que me parece mejor, fijando la postura con alfileres.

   Una vez están más o menos como yo quiero, los dejo secando una semana aproximadamente.

   Cuando ya están bien secos, se quedan realmente tiesos. Es entonces cuando los paso al marco definitivo. Me costó bastante encontrar un marco de fotos que sirviese, puesto que tiene que tener mucha profundidad para que quepa el insecto entre el fondo y el cristal. Después de dar varias vueltas al tema encontré unos en Ikea que van perfectos y son baratos, son estos:

 

   Para conseguir clavar los insectos, compré unos trozos de cartón-pluma a medida en una cristalería (me costó un euro). El cartón-pluma es un material blando donde los alfileres se clavan muy bien.

   Por último, siempre intento identificar los insectos, para ello utilizo la Guía de los insectos de Europa de Michael Chinery de ediciones Omega. La identificación es un tema complicado y no siempre consigo identificar todos los ejemplares que encuentro, pero cuando lo consigo escribo su nombre científico en letra pequeña, lo recorto y lo clavo bajo el insecto.

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   Espero que os animéis y hagáis vuestro insectario, si tenéis dudas preguntadme lo que queráis. Veréis que es muy entretenido y aprendes un montón. Además, en cuanto tus amigos y familiares sepan que lo estás haciendo te guardarán todos los bichos que encuentren como me pasa a mí.